domingo, 24 de abril de 2011

Convergencia de las ciencias y la esperanza de subsistencia de nuestra especie

Ya adentrados en el año 2011 tal vez es tarde para hacer un recuento de los grandes descubrimientos y avances científicos de la primera década del siglo XXI. Pero esta columna no pretende ser un recuento, sino más bien busca compartir una reflexión personal, una intuición de lo que vislumbro entre los grandes avances en los diversos campos de las ciencias. Ciencias que, a primera vista, parecieran diverger cada una hacia sus profundidades y hacia una híper especialización. Quiero describir lo que veo como un hilo conductor que va uniendo estos descubrimientos como quien une los puntos de un puzle, que tal vez el Creador -para los creyentes-, o tal vez el destino, o tal vez el actuar semi inconsciente de la mente humana colectiva, o quizá todos éstos juntos, van dibujando en un tránsito indeleble hacia un desenlace aparentemente predecible y a la vez  incierto.

La ciencia generó en la primera década del siglo XXI un número impresionante de avances trascendentales para la humanidad, cuyo impacto de largo plazo creo que todavía no podemos siquiera imaginar. Vemos similitudes con lo acontecido en los albores del siglo XX, cuando la física y las matemáticas protagonizaron una gran revolución del conocimiento, con el descubrimiento de la relatividad y la mecánica cuántica, que llevaron al desarrollo de la energía nuclear, de la electrónica, etc. Esa revolución cambiaría para siempre nuestras vidas y muchas de las creencias y paradigmas comúnmente aceptados desde hacía cientos de años.

No obstante, vemos que la revolución científica contemporánea tiene algunos nuevos ingredientes y sucede en circunstancias esencialmente distintas, que la hacen única en la historia y le dan un nuevo significado a su trascendencia para la humanidad.

En primer lugar, los grandes avances contemporáneos se producen simultáneamente en varias ramas de las ciencias, las que se desarrollan en forma independiente, cada una por su camino, cada una con un nivel creciente de profundidad y especialización, que las lleva, a primera vista, en direcciones divergentes. Entre los más notables descubrimientos y avances científicos de la última década quisiera destacar:

1) Constatación y aceptación del calentamiento global como un fenómeno real
2) Desciframiento del genoma humano
3) Producción de células madre e "impresión" de tejido humano
4) Descubrimiento de cientos de planetas en otros sistemas solares (exoplanetas)
5) Descubrimiento de agua en otros cuerpos celestes

De acuerdo al conocimiento científico y la evidencia acumulada actualmente, la humanidad ha tenido una existencia sobre la Tierra de entre 100.000 y 200.000 años (rango en que se ubica la evidencia de los primeros Homo Sapiens, descendientes del Homo Heidelberghensis y antecesor directo del hombre contemporáneo), evolucionando, desarrollando tecnología, multiplicándose en número y sobreviviendo a catástrofes, pestes y hambrunas producidas por la naturaleza y a muchas guerras y aniquilaciones que han confrontado a tribus, etnias y naciones enteras.

Sin embargo, no es sino desde hace algunas décadas que nuestra especie ha puesto realmente en riesgo su propia existencia como tal. Sólo desde hace algunas décadas la intensa actividad humana empieza a tener un impacto notorio a escala planetaria. Los valores que la humanidad promueve, las decisiones en política internacional, las actividades y decisiones de las grandes economías y de las grandes corporaciones, hoy -y no hace 100 años- pueden hacer la diferencia entre nuestra subsistencia y nuestra desaparición como especie de la faz de la Tierra. Y ésta es una segunda gran diferencia con la revolución científica de principios del siglo XX.

Desde el fin de la segunda guerra mundial el desarrollo y la proliferación de armas nucleares han permitido acumular un arsenal que podría servir para aniquilar muchas veces a la especia humana y a la mayor parte de la vida sobre el planeta. Preferimos creer que los equilibrios políticos y las estrictas medidas de seguridad y control por parte de los estados mantienen al planeta fuera del riesgo de dichas armas. Nos alienta pensar que el término de la guerra fría en 1989 y los acuerdos de desarme eliminaron los riesgos de un enfrentamiento nuclear. Confiamos en que los extremistas islámicos y otros estados o grupos radicales no tienen ni tendrán acceso ni las condiciones para desarrollar, adquirir y utilizar armas nucleares, en una acción que podría desencadenar una "guerra santa definitiva" o un conflicto mundial final. Pero la verdad es que el peligro no ha desaparecido y, más bien, se ha hecho más complejo de controlar.

Como si no fuese suficiente lo anterior, hemos creado otra gran amenaza sobre nuestra existencia, que se acumula y crece año a año y que en algún momento se tornó o podría tornarse irreversible. La evidencia científica es cada vez más concluyente, aunque algunos todavía la nieguen o no quieran hacerse cargo. Se trata del calentamiento global, producido por las emisiones de dióxido de carbono y otros desechos de la actividad humana sobre la Tierra. El astrofísico y matemático ruso Milutin Milankovitch (1879-1958) logró explicar los ciclos de fluctuación de la temperatura de la superficie de la Tierra en base a las características de su movimiento alrededor del sol. Este modelo y la evidencia empírica muestran  que cada 100.000 años la temperatura del planeta cae lentamente desde alrededor de 17°C hasta cerca de 5°C y luego sube rápidamente hasta llegar nuevamente a su peak desde donde comienza otro ciclo. De acuerdo a esto, debiéramos estar entrando a un período de enfriamiento del planeta. No obstante, por primera vez en los últimos cuatro ciclos de evidencia empírica, la temperatura del planeta no está cayendo después de alcanzado el peak, sino que se ha mantenido e incluso ha tendido a subir. Hace más de dos siglos J Tyndall y S Arrhenius en un trabajo pionero, y luego Budyko (1967) y Ramanathan (1975) demostraron teóricamente la posibilidad de un efecto invernadero ocasionado por acumulación de CO2 u otras substancias (como los CFCs). Pero recién en 1981 Hansen y Lacis, trabajando para la NASA, fueron capaces de predecir, a través de una simulación computacional, que efectivamente la actividad humana, con la tendencia que llevaba, estaba produciendo un calentamiento del planeta visible a escala global. Esta predicción ha sido corroborada con datos reales observados año a año desde 1981.

EVOLUCIÓN DE LA CONCENTRACIÓN DE CO2 Y TEMPERATURA DE LA SUPERFICIE DE LA TIERRA EN LOS ÚLTIMOS 400.000 AÑOS (http://maps.grida.no/go/graphic/temperature-and-co2-concentration-in-the-atmosphere-over-the-past-400-000-years)


Temperature and CO2 concentration in the atmosphere over the past 400 000 years (map/graphic/illustration)


EVOLUCIÓN DE LA TEMPERATURA TERRESTRE EN LOS ÚLTIMOS 130 AÑOS (http://earthobservatory.nasa.gov/Features/GISSTemperature/giss_temperature2.php)

Graph of temperature trend, 1880 to 2006

Tomó años, pero en esta última década finalmente la comunidad científica, los políticos de las grandes economías, las grandes corporaciones y la ciudadanía en general tomaron real conciencia de que el problema del calentamiento global existe y hay que combatirlo en forma urgente para reducir el gran riesgo en que ponemos la supervivencia de nuestra especie. La evidencia muestra hoy en múltiples frentes cómo la sobre población y la sobre explotación del planeta nos conducen inexorablemente hacia su destrucción. Esperamos estar a tiempo para frenar el ritmo de avance del daño a niveles que nos den un respiro para alcanzar a reformular nuestra sustentabilidad. 

En un frente totalmente distinto, la conclusión del trabajo de identificación del genoma humano el año 2003, después de 13 años de carrera científica desenfrenada, fue sin duda uno de los más increíbles, trascendentales y polémicos acontecimientos científicos de las últimas décadas. Hemos dado con el plano de nuestro mapa molecular, ese código secreto que Dios, o nuestra madre naturaleza, guardó con tanto celo por cerca de 200.000 años. Tenemos entre manos algo probablemente más poderoso que la energía nuclear. También cabe preguntarse si estaremos a la altura para administrarlo constructivamente. Conocer nuestros 25.000 genes y sus 3.000 millones de pares de bases químicos abre las puertas hacia un mundo desconocido, al que iremos por un camino rodeado de abismos, un camino de alto riesgo y sin retorno, hacia horizontes impensados, impactantes para la consciencia del hombre contemporáneo, que no caben en los cánones de la historia, de la filosofía, de la ética, de la religión ni de la fe contemporáneas. El conocimiento y la ciencia que se están desarrollando a partir de este hito, en conjunto con los enormes avances en la producción de células madre y de tejido humano, nos llevarán al diseño de formas de vida humana, animal y vegetal resistentes a las enfermedades, resistentes al envejecimiento y, eventualmente, nos conducirán a la vida corporal milenaria o cuasi-eterna.
En paralelo con estos grandes avances de las ciencias atmosféricas y biológicas descritas aquí brevemente, hemos visto cómo la astronomía y las ciencias del espacio han develado la existencia de cientos de exoplanetas (aquéllos que giran en torno a estrellas fuera de este sistema solar). La misión Kepler (http://kepler.nasa.gov/Mission/) está abriendo una gigantesca ventana al universo, que nos permitirá afinar las probabilidades de encontrar un planeta con condiciones para la existencia de vida similares a las de la Tierra. Extrapolando las observaciones ya hechas por la misión, es posible inferir la existencia de millones de planetas dentro de nuestra misma galaxia. Como si esto fuera poco, en paralelo se ha constatado la existencia de agua -que es un catalizador y sostén de la vida en la forma en que la conocemos actualmente- en algunos de los cuerpos celestes de nuestro propio sistema solar. Estos descubrimientos han renovado muy justificadamente las especulaciones y la esperanza de encontrar vida fuera de la Tierra, al menos formas de vida básicas. Y aunque no encontráramos vida inteligente, al menos parece probable encontrar planetas o satélites habitables en forma autosustentable por el hombre. Habitar un satélite como la Luna o un planeta como Marte también es posible con la tecnología con la que contamos actualmente, pero dadas las condiciones que ofrecen éstos  difícilmente su habitabilidad sería autosustentable en el largo plazo, más bien dependería fuertemente del abastecimiento desde la Tierra.

Todos estos descubrimientos y avances científicos parecen estar convergiendo hacia un mismo fin. Pareciera que estamos ante una convergencia de la actividad humana y de las ciencias en sus diversos frentes, aparentemente divergentes, hacia un desenlace inevitable al que nos llevan nuestras mismas acciones. O tal vez el mismo Creador estableció el curso de los hechos en el plan de ruta diseñado para su obra, con una evolución sincronizada hacia un punto de convergencia. O simplemente todo ha sido resultado del azar.

Pues al mismo tiempo que constatamos el daño y el riesgo quizá irreversible en que hemos puesto a nuestra especie en la Tierra, se enciende una luz de esperanza en el descubrimiento de cientos de planetas entre los cuales puede haber uno o más que ofrezcan condiciones para reiniciar nuestra existencia en forma autosustentable. Al mismo tiempo que descubrimos cientos de planetas que alimentan nuestra esperanza de subsistencia como especie, develamos el mapa de nuestra estructura genética y aprendemos los secretos de la creación de tejido humano, lo que allana el camino a la extensión de la vida en el tiempo y el espacio, condición necesaria para que una segunda Arca de Noé inicie su viaje, esta vez milenario y sin retorno, hacia las estrellas, y asegure un nuevo destino a la humanidad, en compañía de muchas otras especies que tendrán que dejar atrás este planeta maltratado. Si éste termina siendo el destino al que finalmente convergen las acciones humanas y las ciencias en sus diversas expresiones, asegurémonos esta vez de subir al arca toda la historia, todo el aprendizaje, toda la evidencia y registro de las decisiones equivocadas de la humanidad, de los errores y de los horrores de este mundo, para refundarnos sobre cimientos de sabiduría y respeto por la creación, por nosotros mismos y por la vida que nos rodea.

domingo, 3 de abril de 2011

Santiago-Shanghai 2028

Santiago. Lunes 5 de junio del 2028.

A las 5:45 pm Jaime oye un zumbido y replica "escucho", comando que activa una amistosa voz desde la pantalla de su PDA que le recuerda que en 45 minutos más debe presentarse en el aeropuerto Comodoro Merino Benítez, Terminal 3. Sale de la oficina a las 6:00 pm con su equipaje hacia la estación del metro que lo deja en el nuevo terminal aéreo del aeropuerto de Santiago.

Jaime se dirige a la manga del vuelo 710 de TAN Airlines y deja su equipaje en la correa transportadora. Se acerca a la puerta de entrada y el bioidentificador lo saluda con su nombre y apellido, le dispensa una botella con 200ml de Criogate -que Jaime inmediatamente comienza a beber- y le permite el ingreso al avión Boeing 807.

Éste es el primer crio-vuelo que Jaime experimentará y eso lo tiene fascinado, pero a la vez nervioso. Nervioso porque aunque ya cientos de miles de pasajeros han probado exitosamente esta nueva forma de realizar viajes largos, igual se entrega a manos de esta innovadora aerolínea, de la que por varias horas dependerá su salud física y su psiquis. Lo tranquiliza algo el hecho de que obtuvo sin mayores problemas el certificado médico para crio-viajar por 5 años. Fascinado pues las ventajas de viajar criogenizado son evidentes, por ejemplo: (1) al reducirse fuertemente el metabolismo durante el viaje y caer en un sueño profundo e ininterrumpido su cuerpo y su cerebro habrán descansado y recuperado energía como si hubiese dormido más de 8 horas placenteramente; (2) el tiempo de viaje es de 18 horas, pero el tiempo biológico transcurrido equivale a sólo 1 hora, por lo que literalmente se ahorra 17 horas de vida a la ida y otras 17 a la vuelta, es decir, llegará de vuelta a Santiago 34 horas más joven que lo que habría sido hacer este mismo viaje en un avión no criogénico de la competencia de TAN. Bueno, después de todo, éstas son muy buenas razones por las que prefirió volar en TAN y pagar la diferencia de tarifa. Jaime calcula que si sigue en este trabajo por cinco años más, viajando a China una vez al mes, se ahorrará en total 85 días de vida que podría aprovechar para realizar muchas cosas entretenidas. ”Bendita la hora –piensa Jaime- en que China pasó a ser la potencia económica mundial y que todos los negocios de mi empresa giran en torno a ella, esto me ha rejuvenecido...”; rebuscada forma de consolar la angustia que le produce haber entrado a los cuarenta.

Una vez dentro del avión se recuesta sobre la camilla que encuentra en la posición 17-2-A, código que indica el N° de fila, el N° de eje dentro de la fila y la letra asociada a la camilla criogénica, respectivamente. Una vez recostado, la camilla gira en torno al eje que sostiene otras cuatro -enumeradas con las letras A a E-, ascendiendo para dejar lugar a la camilla B que ocupará el siguiente pasajero. El avión cuenta con una capacidad total de 600 camillas criogénicas, además de los asientos de tripulación. Una vez concluido el ingreso de los pasajeros, los tripulantes de cabina les explican muy convincentemente las ventajas de esta forma de volar y lo pionero que ha sido TAN en esto y dan las instrucciones finales para luego comenzar el proceso de criogenización acelerada de primera fase. Jaime y otros clientes que compraron la opción de “aprendizaje criogénico”, que estaba disponible en la página web de TAN –y aquí otra vez la compañía aérea preferida de Jaime fue pionera - por un costo extra muy razonable, proceden a enchufar sus crio-learning-chips (más conocidos como CLC) en la entrada USX correspondiente. “Por fin –piensa Jaime, quien se educó en escuela bilingüe en inglés como gran parte de sus pares de generación- podré aprender y dominar estas lenguas asiáticas y así reducir esta brecha que tanto me ha limitado en mis negocios...”. Es verdad que le ha costado mucho el aprendizaje de las lenguas asiáticas con los métodos tradicionales que le han obligado a invertir muchísimas horas de su tiempo útil a un no despreciable costo y consiguiendo apenas un nivel de 40% en mandarín. Pero lo que le ofrece TAN con sus sistemas IFBTS (In Flight Brain Training Systems por su sigla en inglés)  es increíble: luego de este viaje podrá dominar los 3 principales dialectos chinos; es decir, se bajará del avión en Shanghai y hablará como un chino más, lo que sin duda tendrá un muy positivo impacto en la gestión de sus negocios, en la apreciación y aprendizaje que podrá hacer de la cultura asiática y en el establecimiento de mejores y más profundas relaciones con sus principales clientes.

Mientras los cilindros empiezan a ser cubiertos por tapas de fibra de vidrio transparente herméticas y un ligero vapor empieza a llenarlos,  Jaime echa a volar su imaginación y piensa aún incrédulo “si este sistema de aprendizaje funciona realmente, en el próximo viaje me voy por el entrenamiento para pilotear helicópteros”. Es verdad, su sueño desde hace mucho tiempo ha sido poder pilotear helicópteros, pero no ha tenido el tiempo para hacer los largos cursos, ¡pero ahora el IFBTS de TAN le permitiría completar el curso sin ni siquiera darse cuenta! Solo le quedaría dar el examen para recibir su certificado. Cuántas otras ideas se le estaban viniendo a la cabeza para aprovechar el “tiempo regalado” de estos viajes con esta increíble tecnología, pero a los pocos minutos Jaime no sabe más de sí mismo pues su temperatura corporal ha bajado a 5°C y duerme profundamente sin ni siquiera soñar, aunque su cerebro empieza a llenarse ya con los complejos códigos de los dialectos chinos. La tripulación de cabina, experta en control de sistemas de criogenización, deja pasar los 30 minutos establecidos para esta primera fase, se asegura que las  condiciones de las 600 camillas y sus pasajeros estén dentro de los índices normales de seguridad del vuelo y dan comienzo al proceso de criogenización de segunda fase...

Sergio Mendoza Corominas

La paradoja de la sobre-dotación de ejecutivos

¿Eres ejecutiva/o y sientes que por alguna razón en tu empresa estás con exceso de trabajo, y no te alcanza el día para avanzar como quisieras, ni para pensar, ni para concluir todos tus pendientes, ni para hacer nada más que trabajar?

DISCLAIMER: Cualquier parecido de este relato con la situación de la empresa en que trabajas es mera coincidencia...

Realmente no sé quién inventó eso del "horario de gerente", pero me imagino que fue alguien que nunca llegó a ser gerente... Pues en muchos casos el horario de gerente es el que no te deja tiempo para hacer nada más que trabajar, no te deja tiempo para la familia, te obliga a llevar la pega para la casa y te obliga a trabajar y pensar en la pega los fines de semana...pero además las horas de trabajo te las pasas en reuniones, no te queda tiempo para pensar y cuando tienes un minuto para pensar ya ni recuerdas qué querías pensar y te sientes culpable de no estar en alguna reunión... ¡Nadie puede querer tener horario de gerente, a menos que realmente esté disfrutando demasiado su trabajo!

¿Te suena conocido? ¿Cuál será la razón de tanta pega, de tanto "sobrevenderse"?

¿Será que "creció el circo pero con los mismos tonys"? Después de todo las economías de nuestra región (especialmente Perú, Colombia, Brasil y Chile) crecen aceleradamente, las empresas crecen rápidamente y tal vez la dotación de ejecutivos no crece al mismo ritmo y a las compañías les falta gente altamente calificada, les faltan ejecutivos capaces de tomar más temas y más decisiones. Puede ser...¡pero también puede no ser!

Como buenos equipos ejecutivos, los directivos no se quedan de brazos cruzados frente a un desafío como éste. Típicamente se van fuera de la oficina un día entero para dejar de lado las distracciones (aunque ya hay antenas celulares y WiFi hasta en la Antártida) y poder pensar qué hacer con su agenda. Llegan a la conclusión de que en realidad tienen vacíos en la organización, hay que definir nuevos roles para tomar los temas que nadie ha podido resolver -esos otros tantos temas que no pudieron cubrir ellos, que con muchísimo dolor a su orgullo dejaron a un lado-, y traer más ejecutivos para acelerar el tranco y sacar los temas adelante. Con determinación buscan y traen nuevos ejecutivos, altamente capacitados, MBAs, con experiencia en consultoras de renombre, especialmente preparados para hacer buenos análisis y buenas presentaciones, buenas habilidades comunicaciones...ah, y lo más importante: especialmente dotados en liderazgo por influencia; no vaya a ser que todo su esfuerzo por hacer las cosas bien no se concrete por incapacidad de influir en el resto de los ejecutivos....Bueno, parece ser la fórmula del éxito ¿o no?

A juzgar por los resultados, me atrevo a decir que el párrafo anterior no necesariamente representa la fórmula del éxito, más aun, ¡puede ser el camino al despeñadero!

Efectivamente, estos nuevos ejecutivos abordarán los temas que los demás no podían abordar, pero para lograr su importante misión estarán obligados a generar más reuniones; para poder realizar sus análisis y sus presentaciones necesitarán pedir nueva información al resto de los ejecutivos y el resto de los ejecutivos deberá entonces producir más información y asistir a más reuniones; los nuevos ejecutivos tendrán que justificar su cargo y su sueldo y mostrar avances en reuniones periódicas. Además, cuando haya más ejecutivos dentro de la empresa deberás consultar tus proyectos y decisiones más veces, pues todos querrán dar su opinión, no vaya a ser que lleves una propuesta al Comité de Ejecutivos y no la hayas consultado y "sindicado" antes con todos, se te ofenderán si no participan de la decisiones desde un principio, por lo que las decisiones se dilatarán exponencialmente, algunas finalmente nunca las podrás tomar pues no habrá forma de encontrar un espacio en la agenda para juntar a tanto prócer en una misma reunión.... Resultado: en vez de subir la productividad, la incorporación de más ejecutivos al equipo la hará bajar...Y como bajará la productividad de los ejecutivos entonces la compañía decidirá volver a contratar más ejecutivos para recuperar la productividad perdida...Se ha creado un círculo vicioso del cual será muy difícil salir.

Algunos de los síntomas típicos de la de la sobre-dotación de ejecutivos son los siguientes:

-caída en la productividad de los ejecutivos, incapacidad para priorizar y delegar adecuadamente
-reunionitis
-powerpointitis
-ralentización y pérdida de autonomía en la toma de decisiones
-politización de las decisiones
-incremento de la hipocresía corporativa
-pérdida de los "cojones corporativos" para la toma de decisiones audaces y efectivas

A menos que la empresa enfrente esta situación "con cojones", será muy difícil salir de este círculo vicioso. El problema es que la misma enfermedad lleva a la compañía a perder los cojones...

Me parece que en la raíz de esta paradoja está la incapacidad de enfocarse en los temas más relevantes, la incapacidad de priorizar y la incapacidad de delegar y confiar en los más jóvenes (¡no vaya a ser que los más jóvenes cometan errores y nos dejen mal parados!). La empresa intenta abordarlo todo, no se conforma con cinco temas, cualquier oportunidad que pasa por delante la toma, por insignificante que sea, no vaya a ser que la competencia la aborde primero. Esto lleva a sus equipos directivos a estar constantemente trabajando en la zona de los rendimientos decrecientes, y los temas realmente importantes pierden peligrosamente el foco y la agilidad porque las agendas están llenas de temas irrelevantes. Tal vez esto responde al orgullo corporativo, al complejo de winners, de súper héroes, el creer que tomar más temas simultáneamente es mejor. Y qué decir de los no ejecutivos, de los más jóvenes, de los que esperan oportunidades dentro de la empresa y ven cómo las nuevas oportunidades se entregan a nuevos ejecutivos contratados de afuera...

Pero no, los ejecutivos no son súper héroes. Sin foco no hay logros, sin logros no hay éxito, sin éxito no es sustentable la empresa.

La única recomendación que se me ocurre para estas empresas es el antiguo lema gringo "back to the basics".

Back to the basics: volver a enfocarse en lo relevante y meter menos pero buenos goles, disfrutar el trabajo para disfrutar la vida y para así tener una empresa sustentable. Ah, y ojo: probablemente a tu empresa le sobran ejecutivos...