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Sergio Mendoza Corominas
En proceso de búsqueda, lo único permanente es el cambio... Desde esta ventana protejo la soberanía de mi bastión para la libre reflexión, contra los embates de su principal enemiga: esa vorágine del día a día que consume rápidamente nuestras vidas y nos impide detenernos a mirar más allá, a comprender cuál es el sentido y la trascendencia de lo que hacemos y de lo que sucede alrededor nuestro, durante este irreversible viaje de ascenso y descenso.
lunes, 18 de mayo de 2020
viernes, 18 de agosto de 2017
Choferes de Uber: mini-relatos de emprendimiento, esfuerzo y superación
Uber reinventó abrupta y exitosamente la industria del transporte público, aprovechando el gran descontento de los consumidores con el alicaído y monopólico servicio de taxis, la alta disponibilidad de automóviles en las ciudades y la alta penetración de los teléfonos celulares inteligentes. Tan abruptamente que en cada ciudad donde ha llegado ha tenido -y en muchas sigue teniendo- serios conflictos con los taxistas y con leyes y regulaciones obsoletas, o inexistentes, que impiden la modernización de esta industria, leyes que no avanzan a la velocidad de la tecnología.
Pero el mercado manda y, especialmente cuando está insatisfecha la demanda, su fuerza se deja sentir como el caudal de un río torrentoso que se lleva todo a su paso. Y es así como en un abrir y cerrar de ojos, pese a que en algunos lugares aún es ilegal, o mejor dicho "alegal", Uber ha ido siendo adoptado por los consumidores como un servicio legítimo y eficaz, abriendo al paso camino a otras plataformas que lo han seguido, como Cabify. Yo me deshice de mi auto hace algunos años ya -un día desperté inspirado y me di cuenta del mal negocio que era tener un auto para desplazarse por la ciudad y de la muy negativa contribución que le estaba haciendo a ésta- y en parte gracias a este servicio hoy soy un feliz peatón, que combino Uber con caminatas y el Metro para desplazarme, y a la vez genero un importante ahorro mensual.
Pero no estoy escribiendo esta columna para hablar del aporte de Uber a la felicidad de los consumidores, sino que de otro aporte tal vez inesperado de esta tecnología disruptiva (y normalmente asociamos "tecnología disruptiva" a pérdida de fuentes laborales): de esas historias detrás de los choferes de Uber, de esas mujeres y hombres que encontraron en este trabajo un salvavidas temporal, y a veces permanente, a su precaria situación económica, o bien encontraron aquí una segunda fuente de ingresos para poder concretar algunas necesidades, metas o sueños, o tal vez “la suave pista de aterrizaje” que les hace posible asentarse y sobrevivir en el país que los acoge como inmigrantes. No por nada Uber cuenta ya con 50.000 choferes inscritos en Chile (a septiembre del 2017), logrando superar el número de taxistas y representando así una proporción no despreciable de la masa laboral del país. Ya es una realidad probablemente irreversible (basta ver el descalabro que dejó en Londres la prohibición de Uber en septiembre del 2017, amenazando el empleo de 50 mil choferes).
En fin, ya cuento decenas de choferes con quienes he podido conversar algunos minutos en mis numerosos viajes por la ciudad (Santiago) y que han compartido generosamente conmigo sus relatos. Estos conductores me han ilustrado, me han entretenido y, sobre todo, me han inspirado y llenado de fe con sus diversas y muchas veces sorprendentes historias de emprendimiento, de esfuerzo y de superación. Las iré plasmando aquí para ustedes:
Agosto 2018
30) Emprendedor de deportes náuticos
30) Emprendedor de deportes náuticos
Octubre 2017
29) Administrador de energías renovables
Luego de recibirse como administrador de redes trabajó un tiempo en su especialidad; no obstante, al poco andar se entusiasmó con la moda de las energías renovables y decidió cursar su segunda carrera. Me cuenta que fue la primera promoción de la carrera de administración de energías renovables de su universidad y que no tenían ni celdas fotovoltaicas en los laboratorios para poner en práctica la teoría que aprendían, que todo era muy precario. Y, para colmo, una vez egresado no logró encontrar trabajo -pese a los miles de millones de US$ que la industria energética ha invertido en el tema, los proyectos de energías renovables al parecer no son grandes generadores de empleo-. Inevitablemente su historia me vuelve a recordar el bullado fraude de la carrera de “perito en criminalística”... Bueno, es así como nuestro protagonista decidió invertir los pocos ahorros que le quedaban en un auto para poder conducir para Uber. Partió dedicado al 100% y desde hace algunas semanas pudo reducir su jornada a unas pocas horas diarias gracias a que encontró otro trabajo part time..
28) El mecánico diésel
Lleva 11 meses en Uber. De profesión mecánico diésel, era responsable de logística en una empresa cuando se quedó sin trabajo. Ha estado mandando CVs por todos lados, pero la oferta más alta que ha recibido es de sólo 400 mil pesos. "Para eso mejor me quedo en Uber", me dice, "donde obtengo más del doble y además me entretengo y aprendo...". Dice que la inmigración indiscriminada está perjudicando a la clase media, que los inmigrantes están tomando las oportunidades laborales y por menos sueldo...Bueno, no alcanzo a opinar cuando llego a destino y este interesante tema tendrá que quedar para otra ocasión...
27) No sólo en Chile se cuecen habas
En un viaje a EEUU aproveché de husmear la realidad de los choferes de Uber fuera de Chile. Este simpático y conversador boliviano, viviendo ya hace 15 años en EEUU, se radicó primero en Nueva York. Al poco andar su mujer e hijo se fueron también para allá. Luego de algunos años, aunque con un trabajo estable en Nueva York, llegó a la conclusión de que la educación pública allí era mala, de que a su hijo no le estaban inculcando valores, de que sus compañeros de curso no tenían sueños, ambiciones ni expectativas, y que tampoco los apoderados se involucraban en la educación de sus hijos. Entonces decidió priorizar la educación de su hijo, renunciar a su trabajo estable, tomar sus cosas y aventurarse a otro lugar con un sistema de educación pública mucho mejor calificado. Es así como llegó a Virginia, se estableció en los alrededores de Washington DC e inmediatamente se puso a manejar para Uber. Está feliz viviendo allí, su hijo se ha destacado en la banda del colegio y es seleccionado de atletismo, me cuenta con orgullo que les cambió la vida... Dice que Uber es el mejor trabajo que puede tener, pues le da la flexibilidad necesaria para estar con su hijo y, además, le deja nada menos que 1.500 dólares semanales netos.
26) El mecánico aeronáutico
Después de varios años trabajando en la base de mantenimiento de una aerolínea local, este mecánico aeronáutico se quedó sin trabajo porque la aerolínea decidió cerrar la base y contratar esos servicios de terceros. Lleva 8 meses en Uber. Dice que las universidades están produciendo en un año más mecánicos aeronáuticos que todos los puestos disponibles para ellos en Chile...problema conocido, me acuerdo de la famosa carrera de “perito en criminalística”. Me pregunto si costaría mucho que las universidades se organizaran para definir y repartirse de buena manera las vacantes que ofrecen y así no producir legiones de cesantes que el país no puede absorber… ¿No podría la Comisión Nacional de Acreditación a la vez que acredita las carreras que imparten las universidades e institutos también generar una directriz o al menos una guia respecto de los volúmenes de egresados que debiera ofrecer el sistema y cada institución, en función de las necesidades del mercado?
25) La enfermera
Alcanzó a ejercer un año como enfermera titulada de la UDD y terminó aburrida con los turnos. Me cuenta que le tocaban turnos de trabajo de 24 horas, que sólo por ser joven lograba resistirlos, pero que ese régimen de trabajo atentaba contra la salud de los pacientes y, por lo tanto, contra el objetivo mismo de su profesión. Al parecer esto y otros temas le desencadenaron una crisis vocacional. Ahora sólo quiere juntar plata para irse a viajar, ver un poco el mundo, pensar e intentar descubrir su verdadera vocación. Lleva varios meses en Uber y espera que pronto le salga una Working Visa para irse a Nueva Zelandia o a Europa.
24) El estudiante de preparación física
Estudiante de 2º año de preparación física, genera sus ingresos para sobrevivir trabajando como reponedor en Líder los fines de semana y manejando Uber en sus ratos libres. El auto es de una amiga, a quien le paga una cuota mensual, pero está bien “destartalado”, así que “estoy juntando para poder comprarme yo uno”.
23) El medio mapuche
Se declara 50% mapuche. Me cuenta que con sus papás y su hijo tienen cabañas y rucas turísticas en Nueva Imperial, donde ofrecen comida multicultural en la temporada de verano. El resto del año se dedica a hacer trabajos temporales de todo tipo y en todos lados; me impresiona la variedad de oficios que practica, es un tipo lleno de energía, capacidad e ideas. Sus únicos estudios formales los pudo hacer mientras trabajaba en una empresa textil, donde se preparó como especialista en Control de Calidad, pero en todos los otros oficios que practica ha sido autodidacta, pues no le alcanzó la plata para seguir estudiando formalmente ninguna cosa.
Le pregunto acerca del conflicto mapuche, me dice que ha visto de todo: de cómo la política se aprovecha del tema, de cómo a los carabineros se les pasa la mano con la gente y de cómo también los mapuches sacan partido de la situación.
Septiembre 2017
22) El cuasi abogado
Le faltó sólo un año para terminar su carrera de Derecho en Venezuela, pero no aguantó más la situación de su país y se vino a Chile, donde tiene muchos amigos. Lleva varios meses manejando para Uber. Le ha ido bien, Uber es hoy su única fuente de ingresos, pero le alcanza para vivir y pasarlo bien, se lo ve feliz... Ya vamos llegando a mi destino, mi casa, y nos damos cuenta de que somos casi vecinos, vivimos en la misma calle, a solo dos cuadras.
21) Técnico en alimentos diplomado en logística
Lleva cinco meses en Uber, trabajaba para un gran contratista de la minería, era gerente de operaciones de la región norte, hasta que las mineras cortaron contratos. ”Estas empresas han reemplazado ejecutivos chilenos viejos por extranjeros jóvenes” me dice. Lo primero que hizo al perder la pega fue invertir en un restorán en Iquique que partió bastante bien, pero luego de unos meses empezó a declinar pues toda la economía de esa región se desinfló. Está de acuerdo con la propuesta de regulación de Uber que anda circulando, salvo la 5ta cláusula: que parte de los ingresos se vayan al sindicato de taxistas le parece el colmo...
20) Ingeniero civil en obras civiles
Este ingeniero, en la cercanía de los 30 años, renunció hace un año y medio a su trabajo pues se aburrió del clima laboral en la empresa. Estuvo meses sin encontrar una alternativa, así que decidió armar un negocio de entrenamiento físico a domicilio con un amigo. Este emprendimiento todavía no les genera suficiente ingreso como para vivir… Lleva una semana manejando para Uber, y además es usuario de la plataforma. Dice que Uber se ha "aflaitado mucho", “ahora anda cualquier chipamogli manejando gamba" -llegando a mi oficina googleo estos términos para entender qué habrá querido decir- y que mejor se va a cambiar a Cabify...
19) Constructor civil jubilado
Este constructor civil dedicó su vida laboral a las obras civiles, pero llegado el momento de jubilarse (su último trabajo fue de director de obras para el SERVIU) decidió dejar su profesión para buscar otros caminos. Ya lleva dos años en Uber. Ahora genera más ingresos con Uber que con su jubilación. Y dice que tiene flexibilidad y tiempo para su única nieta, se lo ve feliz…
18) El sicólogo ejecutivo
Sicólogo, MBA, profe universitario, experto en educación, entre otras cosas gerenteó una red de pre-universitarios y, últimamente, una red de colegios técnicos. En esta última pega descubrió irregularidades: básicamente las platas no estaban llegando a los estudiantes que supuestamente tenían que beneficiar. Pidió un sumario y esto le costó la pega... Su hijo emprendedor "le tiró un salvavidas" y lo invitó a participar de su negocio de autos para Uber, que está prosperando. Con el objetivo de entender más y poder aportar de mejor manera al negocio de su hijo, decidió ponerse a manejar uno de esos autos hace algunas semanas. Con ese espíritu hacedor, creo que entre padre e hijo lograrán construir una gran empresa, aunque igual me confesó que “espero que esto sea temporal, igual quiero volver algún día al tema de la educación, mi pasión”.
17) El estudiante de ingeniería civil
$500.000 le costó la gracia, la multa que le pasó Carabineros en el aeropuerto cuando lo pillaron manejando como chofer de Uber (y si no la pagaba no podía recuperar su auto requisado)...así que me dice que me va a dejar en el estacionamiento no más y se va a despedir como si me conociera. Uber le financió el pago de la multa, sin embargo, “es por una vez no más, no me puedo volver a arriesgar”.
Este estudiante de 5to año de ingeniería civil de la Universidad Santa María reprobó un par de ramos el año pasado y debido a los requisitos de la universidad quedó ahora con un semestre bastante liviano, así que está aprovechando esta holgura para generar ingresos con Uber y dejar de ser carga de sus padres al menos para el pago de la universidad. Igual postuló al CAE (Crédito con Aval del Estado) y se lo dieron, así que aunque tenga que hacer algunos ramos de nuevo, definitivamente anda más “contento por la vida” este semestre.
Llegamos finalmente al aeropuerto, yo para variar medio atrasado, y nos encontramos con decenas de taxis empezando a bloquear la entrada al terminal, elevando letreros con el mensaje "Matías Salazar corrupto". Hasta fuegos artificiales se escuchan...."Chuuuta dónde me vine a meter" exclama mi conductor visiblemente asustado con la situación, quien ya un par de minutos antes de llegar al terminal había apagado y dejado lejos su celular con Uber.
Después de llegar a mi destino me entero de que la protesta de los taxistas en el aeropuerto de Santiago “pasó a mayores”, de que incluso murió un turista brasileño en la trifulca y que la razón de la protesta era….. Uber.
Agosto 2017
16) El ingeniero en negocios con local de cannabis
Primer día en Uber ¡y se nota! :-). Este ingeniero en negocios del Inacap, que para aprender inglés se fue a Nueva Zelandia con una “Working Holiday Visa”, volvió a Chile y estuvo un año y medio trabajando en una agencia de aduanas. Se aburrió de su trabajo y partió otra vez a Oceanía, esta vez con una Working Holiday Visa a Australia. Al parecer pensaba quedarse allá, donde conoció a una brasilera (me muestra orgulloso su foto), pero su madre se enfermó grave y decidió venirse de vuelta a Chile. Se trajo a la brasilera y mientras ella trabaja acá en una peluquería él instaló un local para vender cannabis medicinal y hacer tatuajes. Le está yendo bien, me confiesa, pero se aburría en las mañanas pues su local parte funcionando relativamente tarde, así que decidió aprovechar esas horas hasta la apertura del local para generar algunas lucas extra con Uber. Además, tiene un segundo auto en Uber que se lo maneja un amigo… ¡De espíritu emprendedor el hombre!
15) El ingeniero industrial
Este ingeniero industrial venezolano, de la ciudad de Valencia, empezó hoy con Uber para generar ingresos mientras busca un trabajo en su especialidad. Renunció a su última pega porque no aguantó el ambiente laboral. Su hermana vivía en Chile desde hace tiempo y él la había visitado varias veces como turista y le había gustado el país. Es así como decidió venirse a Chile definitivamente hace dos años.
14) La administradora hotelera
Especialista en gastronomía, esta administradora en hotelería, de Viña Del Mar, trabajaba como jefe de operaciones en los restoranes de Carabineros. Inesperadamente, hace más de un año, un día fue despedida por su jefe. Desde entonces no ha podido encontrar trabajo en su especialidad, pero, como madre soltera de un hijo, no puede sobrevivir y mantener a su hijo sin ingresos, así que ha tenido que hacer de todo, desde aseo en edificios hasta conducir para Uber. Esta exigente jornada no le ha dejado tiempo para actualizar su CV y ponerse en busca activa de un trabajo como el que ella quisiera. Le pido su tarjeta, tengo un par de contactos en la industria de hoteles, quizá podemos ayudar...
13) El (segundo) ingeniero civil en minas
Lleva 6 meses en Uber, y un año buscando pega. Este ingeniero civil en minas tiene dos hijos escolares y su señora es la que ahora produce el mayor aporte en ingresos para la casa. Golpeado con la fuerte caída del negocio minero en Chile y sin poder encontrar pega por meses optó por Uber mientras sigue esperando una oportunidad laboral como ingeniero. Esperanzado con el alza del precio del cobre de estos últimos días, si ésta se sostiene en el tiempo podrían volver a generarse oportunidades de empleo en su especialidad...
12) El jubilado
Retirado, con 70 años (¡aunque se ve más joven que yo!), a este administrador hotelero de profesión y ex gerente de operaciones de una de las mayores empresas de servicios de comida, no le alcanza con la jubilación, así que lleva más de un año manejando Uber. Se lo ve un tipo contento, con entretenidas experiencias que contar, buen conversador. Por sus trabajos como administrador hotelero le tocó vivir varios años fuera de Chile, incluyendo Europa, EEUU y Arabia Saudita (eso le produjo una "laguna de cotización" a la cual él atribuye en parte su baja pensión actual), y hoy disfruta de sus cinco nietos.
11) El accidentado oportunista
Se fracturó un tobillo, le dieron tres meses de licencia médica y al mes se puso a manejar Uber para "aprovechar de juntar algunas lucas extras" durante el resto de su licencia... Yo miro y reviso de reojo sus pies para asegurarme de que no esté inmovilizado y de que efectivamente puede manipular los pedales, y me doy cuenta de que para más remate el auto es manual... Bueno, este administrativo de un área de inversiones me cuenta que estudia en la universidad en las noches, para poder sacar un título que le permitirá optar a un trabajo mejor remunerado. Uber es sólo una oportunidad temporal para él, no le tiene ningún cariño especial, de hecho me cuenta que no es barato, que les saca el 25% de los ingresos a los conductores y que en los foros en Facebook los que se dedican 100% a manejar Uber reclaman que 25% es mucho..."pero igual es mejor y más flexible que Cabify", termina.
10) El ex taxista y filántropo
Partió como chofer de transfers al aeropuerto, luego se hizo taxista y hace un par semanas se cambió a Uber para ser su propio jefe, "...para no tener que seguir pagándole 500 mil pesos mensuales al dueño del taxi y no tener que andar peleando por los clientes...". Vecino de una comuna pobre de Santiago, me cuenta que su vida ha sido puro esfuerzo y trabajo desde que salió del colegio porque fue padre a los 19, con su polola de 15, con quien ahora lleva 14 años casado y tiene dos hijos. Ella fue la que le puso el pie para el auto pues le otorgaron crédito gracias a que tiene un trabajo estable en un call center. Pero este hombre además buscó y encontró espacio para aportar con trabajo voluntario para su comuna, pues quiere "que sea conocida por algo bueno, que no sea la delincuencia ni la droga". Es así como desde hace varios años dedica varias horas a la semana a apoyar con su trabajo a un club de tenis que su comuna construyó gracias a una beca del estado y que ha logrado reclutar ya a 200 niños para darles formación a través de los valores del deporte.
9) El instalador de cristales
¡El mismo día del cuasi-escolar venezolano al que le recomendé estudiar algo para ser alguien en Chile, me crucé con este contra-ejemplo! Un instalador de cristales formado con la práctica, que hace años dejó botados sus estudios de contabilidad porque se aburrió y, antes de cumplir los 20, se puso a trabajar en una empresa líder de mercado en vidrios y cristales, donde aprendió su actual oficio, llegando a ser supervisor de instalaciones. A los cinco años de trabajar allí, viendo la oportunidad de negocios en el tema (básicamente, la poca luca que le caía a él contra toda la luca que le cobraba la empresa a los clientes), decidió independizarse y salir a ofrecer sus servicios directamente al mercado. Al poco andar se unió a una decoradora que había conocido en su pega anterior y quien es ahora la que le trae el grueso de los clientes. Así logró hacerse un nombre, una cartera de clientes y un bastante buen pasar...hasta este año, en que se frenaron los proyectos de construcción. Debido a la necesidad de recuperar parte de sus ingresos perdidos llegó a manejar para Cabify, pero luego se cambió a Uber porque éste le ofrece más flexibilidad horaria (básicamente no lo bloquean las reservas) y, por lo mismo, más viajes. Uber ha sido su salvavidas, un importante complemento para su crisis, que ahora le está generando cerca de 1/3 de sus ingresos, en los horarios donde no tiene trabajo de instalador.
8) El cuasi-escolar
De apenas 19 años, este venezolano dejó tirados sus estudios de biología en Caracas y se vino a Chile en búsqueda de un mejor entorno para pasar la "tormenta perfecta" que vive Venezuela. Lleva un par de meses en Chile, pasó primero por Concepción, no le gustó, se vino a Santiago y lleva dos semanas manejando Uber, en un pequeño auto a medio morir saltando que logró comprar con parte de los ahorros que se trajo de Venezuela. Cree que la "tormenta venezolana" pasará en unos 10 años..., pero no tiene ninguna intención de estudiar algo en Chile. "¿Sabes que en Chile no eres nadie sin un título? Al menos un título técnico será necesario para salir adelante aquí...", "Sí, lo tengo clarísimo, en realidad voy a averiguar de alguna carrera de un par de años, pero la verdad es que me gustaría estudiar medicina y aquí es muy caro...", "Igual los médicos y enfermeros, están muy escasos aquí, y a los inmigrantes que estudiaron medicina fuera de Chile les va mal en el examen de certificación para ejercer acá, así que la escasez de médicos sigue... Si quieres ejercer en salud en Chile tendrías que ver la forma de poder estudiar en Chile....". Bueno, al menos lo dejé con la inquietud de estudiar algo.
Julio 2017
7) El dueño de un taller mecánico
Este joven dueño de un taller mecánico decidió dejar el lugar que arrendaba para su taller e irse a otro más barato para reducir costos. El problema fue que cuando llegó el momento de instalarse en el nuevo lugar el dueño del nuevo lugar se echó para atrás con su compromiso de arriendo y lo dejó sin alternativa. Así lleva ya un par de semanas trabajando como chofer de Uber para solventar sus costos fijos mientras busca y encuentra otro lugar para reinstalarse con su taller (y su par de colaboradores).
6) El ingeniero en ejecución informática
...ya en la mitad del viaje recibe un llamado, lo pone en manos libres y empieza a dar instrucciones técnicas a alguien al otro lado de la línea mientras sigue manejando. Así me entero que este ingeniero en ejecución informática logró arreglárselas para generarse dos fuentes de ingreso simultáneas: además de Uber, logró un contrato para trabajar como soporte remoto para una empresa de informática... ¡Sólo espero que una distracción no termine con sus sueños y le deseo la mejor de las suertes!
5) El inmigrante esperando visa de trabajo
Este simpático venezolano, ingeniero industrial, me cuenta que se vino hace dos meses a Chile con un grupo de 8 venezolanos a buscar suerte. Que la cosa está muy mal en Caracas, que la ciudad está muy deteriorada, que la delincuencia y el vandalismo no deja nada en pie. Mientras íbamos por Vespucio Norte hacia Ciudad Empresarial me dice que Santiago le recuerda Caracas de hace 15 años, cuando era una ciudad linda, pero que ahora las plazas están destruidas, que no queda nada en pie en las veredas, etc. Mientras espera una visa de trabajo maneja para Uber para poder solventar sus gastos. Me dice que ninguna empresa lo quiere contratar porque no tiene visa de trabajo; le explico que no necesita visa de trabajo para que le hagan un contrato de trabajo, que es al revés la cosa, que con un contrato puede ir a sacar su visa, que las empresas en general no están bien informadas...queda muy agradecido por mi dato.
4) El contador auditor e ingeniero en finanzas
Casi 20 años de experiencia en Contabilidad, Finanzas y Control de Gestión. Lleva 6 meses sin pega. Uber le ha servido para sobrevivir la cesantía y para conocer gente interesante que hasta entrevistas de trabajo le han conseguido. A un pasajero le dio buenos consejos de control de gestión para su empresa y éste le pagó 10 lucas al bajarse del auto agradecido por los consejos. Luego de un rato de conversación nos dimos cuenta de que habíamos sido colegas hacía algunos años en una pega anterior, él era Subgerente de Control de Gestión en una de las filiales de la empresa.
3) La profe de matemáticas
...Profesora de matemáticas de un colegio de suburbio capitalino, aprovechando las vacaciones de invierno para hacer unas lucas extras pues el sueldo no le alcanza. Tiene hijos que mantener, dividendo de su casa que pagar, etc.
2) El re-emprendedor
Tenía su negocio de hardware informático, le estaba yendo bien, creciendo, su señora era su socia en el negocio, ambos ingenieros en ejecución informática. Un día concretan un negocio importante de venta de hardware con un cliente, probablemente el negocio más grande que habían hecho hasta ese momento, entregan todo el producto y el cliente les paga con un cheque a 30 días, que luego rebota por falta de fondos, y se van a la quiebra... Su señora y él ahora son choferes de Uber, juntando plata para poder volver a empezar.
1) El ingeniero civil en minas
Este ingeniero de la Universidad De Chile me impresionó por su currículum. Después de 9 años de experiencia en la minería llevaba 2 años cesante sin poder encontrar pega. Con dos hijos en la universidad no podía seguir en esa situación y encontró en Uber un salvavidas que al menos le ha permitido cubrir parte de sus gastos. Me dice que se hace unos 1.2 a 1.5 M$ al mes netos si trabaja el auto todo el día...
viernes, 18 de diciembre de 2015
El problema del amigo secreto
Estamos en época de Navidad y, aunque algunos a estas alturas del año quisiéramos matar a Santa Claus o al menos declararlo inconstitucional (si es que me invitan a participar en la "Asamblea Constituyente" propondré dejar proscrito al Viejo Pascuero; argumentos sobran), no nos queda más que tolerarlo por algunas semanas...
De todas formas, para paliar el estrés de estas fechas y simplificar nuestras vidas, hemos decidido como familia implementar un "Amigo Secreto". Este juego consiste en que cada uno de los participantes sólo le hace un regalo a uno de los otros participantes, sin que nadie revele información alguna de quién le regaló a quién. Entonces, en vez de tener que comprar cuatro regalos cada uno (somos una familia de 5), basta con que compremos uno cada uno. ¡De 20 regalos bajamos a 5 regalos!
Para jugar al Amigo Secreto, primero se escriben los nombres de cada uno de los participantes en papeles, luego se doblan los papeles de forma que escondan los nombres; en tercer lugar, se meten los papeles a una bolsa y, finalmente, cada uno de los participantes saca uno de los papeles en forma aleatoria de la bolsa y se entera así de quién será su beneficiario, sin comunicarle nada a nadie. Si a un participante le sale su propio nombre, todos deben volver sus papeles doblados a la bolsa y todos deben volver a sacar un papel de la bolsa. Esto debe repetirse hasta que nadie saque su propio nombre.
Algunas variaciones del juego permiten que un participante que saca su propio nombre devuelva el papel a la bolsa y saque otro, pero este tipo de variaciones no son apegadas a la regla básica del juego que dice que nadie puede recibir información respecto de quién regala a quién. En este caso los jugadores se enterarían de que el participante que sacó su propio nombre no es el beneficiario de ninguno de los anteriores participantes que ya sacaron papeles.
Mucha fue nuestra sorpresa cuando tuvimos que realizar seis intentos antes de que cada uno de nosotros sacara un nombre distinto al propio. Lo que parecía algo simple y obvio, resultó misteriosamente difícil, así que con mi hijo nos pusimos a hacer algunos cálculos. Después de varias horas de rompernos los sesos llegamos a la conclusión de que el número de combinaciones de N nombres que resultan exitosas para el juego del amigo secreto (es decir, que son tales que nadie saca su propio nombre), f(N), está dado por la fórmula recursiva:
f(N) = (N-1)! * [ 1 + sum{i: 2..N-2}( f(i) / i! ) ]
donde N es el número de jugadores, f(1) = 0, f(2) = 1, f(3) = 2 (ver nota al pie si te interesa entender cómo llegamos a esta fórmula)
Entonces, la probabilidad de un juego exitoso PE(N), es decir, de realizar un juego donde todos los jugadores sacan nombres que no son los suyos, se obtiene dividiendo la expresión anterior por el total de combinaciones N! :
PE(N) = f(N)/N! = (1/N) * [ 1 + sum{i: 2..N-2}( f(i) / i! ) ] = (1/N) * [ 1 + sum{i: 2..N-2}PE(i) ]
con PE(1) = 0, PE(2) = 1/2, PE(3) = 1/3 y, que al ser graficada, muestra una rápida convergencia a 37%:
Esto significa que en promedio un poco más de un tercio de los juegos resulta exitoso, lo cual no es tan alentador cuando tienes 20 personas esperando terminar el juego...
Bueno, después de todo esto nos enteramos de que existen aplicaciones en la internet que resuelven el problema al primer intento.
Moraleja: ¡siempre empieza por Google!
==============================
Nota:
Para calcular el Nº de combinaciones exitosas, f(N), en el juego del amigo secreto con N participantes, partimos por el primer participante, quien tiene N-1 posibilidades de éxito. Luego, el segundo participante tiene dos posibilidades: (1) saca el nombre del primer participante o (2) saca un nombre distinto al del primer participante y distinto al suyo.
El caso (1) se reduce entonces a un juego de N-2 participantes, dado que los dos primeros se seleccionaron mutuamente, es decir, en el caso (1) quedan f(N-2) combinaciones exitosas para cada uno de los posibles pares de participantes iniciales.
En el caso (2), el segundo participante tiene N-2 formas de sacar un nombre y dejará en la bolsa N-2 nombres que deberán combinarse en forma exitosa, pero uno de ellos no tiene riesgo de fracaso pues corresponde al nombre del primer participante. Este problema equivale entonces a calcular el número de combinaciones exitosas de N-2 nombres donde sólo hay N-3 que pueden fracasar. Llamemos a esta función g(N-2,N-3).
En resumen, el número de combinaciones exitosas f(N) se puede expresar como:
f(N) = (N-1) * ( f(N-2) + (N-2)*g(N-2, N-3) )
Pero, podemos mostrar que g(N-2, N-3) = (N-3)! * [ 1 + sum{i=3...N-2} ( f(N-i) / (N-i)! ) ], con lo cual llegamos fácilmente a la expresión formulada originalmente para f(N).
De todas formas, para paliar el estrés de estas fechas y simplificar nuestras vidas, hemos decidido como familia implementar un "Amigo Secreto". Este juego consiste en que cada uno de los participantes sólo le hace un regalo a uno de los otros participantes, sin que nadie revele información alguna de quién le regaló a quién. Entonces, en vez de tener que comprar cuatro regalos cada uno (somos una familia de 5), basta con que compremos uno cada uno. ¡De 20 regalos bajamos a 5 regalos!
Para jugar al Amigo Secreto, primero se escriben los nombres de cada uno de los participantes en papeles, luego se doblan los papeles de forma que escondan los nombres; en tercer lugar, se meten los papeles a una bolsa y, finalmente, cada uno de los participantes saca uno de los papeles en forma aleatoria de la bolsa y se entera así de quién será su beneficiario, sin comunicarle nada a nadie. Si a un participante le sale su propio nombre, todos deben volver sus papeles doblados a la bolsa y todos deben volver a sacar un papel de la bolsa. Esto debe repetirse hasta que nadie saque su propio nombre.
Algunas variaciones del juego permiten que un participante que saca su propio nombre devuelva el papel a la bolsa y saque otro, pero este tipo de variaciones no son apegadas a la regla básica del juego que dice que nadie puede recibir información respecto de quién regala a quién. En este caso los jugadores se enterarían de que el participante que sacó su propio nombre no es el beneficiario de ninguno de los anteriores participantes que ya sacaron papeles.
Mucha fue nuestra sorpresa cuando tuvimos que realizar seis intentos antes de que cada uno de nosotros sacara un nombre distinto al propio. Lo que parecía algo simple y obvio, resultó misteriosamente difícil, así que con mi hijo nos pusimos a hacer algunos cálculos. Después de varias horas de rompernos los sesos llegamos a la conclusión de que el número de combinaciones de N nombres que resultan exitosas para el juego del amigo secreto (es decir, que son tales que nadie saca su propio nombre), f(N), está dado por la fórmula recursiva:
f(N) = (N-1)! * [ 1 + sum{i: 2..N-2}( f(i) / i! ) ]
donde N es el número de jugadores, f(1) = 0, f(2) = 1, f(3) = 2 (ver nota al pie si te interesa entender cómo llegamos a esta fórmula)
Entonces, la probabilidad de un juego exitoso PE(N), es decir, de realizar un juego donde todos los jugadores sacan nombres que no son los suyos, se obtiene dividiendo la expresión anterior por el total de combinaciones N! :
PE(N) = f(N)/N! = (1/N) * [ 1 + sum{i: 2..N-2}( f(i) / i! ) ] = (1/N) * [ 1 + sum{i: 2..N-2}PE(i) ]
con PE(1) = 0, PE(2) = 1/2, PE(3) = 1/3 y, que al ser graficada, muestra una rápida convergencia a 37%:
Fig 1. La probabilidad de éxito del amigo secreto converge rápidamente a 37% a partir de N=5 |
Esto significa que en promedio un poco más de un tercio de los juegos resulta exitoso, lo cual no es tan alentador cuando tienes 20 personas esperando terminar el juego...
Bueno, después de todo esto nos enteramos de que existen aplicaciones en la internet que resuelven el problema al primer intento.
Moraleja: ¡siempre empieza por Google!
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Nota:
Para calcular el Nº de combinaciones exitosas, f(N), en el juego del amigo secreto con N participantes, partimos por el primer participante, quien tiene N-1 posibilidades de éxito. Luego, el segundo participante tiene dos posibilidades: (1) saca el nombre del primer participante o (2) saca un nombre distinto al del primer participante y distinto al suyo.
El caso (1) se reduce entonces a un juego de N-2 participantes, dado que los dos primeros se seleccionaron mutuamente, es decir, en el caso (1) quedan f(N-2) combinaciones exitosas para cada uno de los posibles pares de participantes iniciales.
En el caso (2), el segundo participante tiene N-2 formas de sacar un nombre y dejará en la bolsa N-2 nombres que deberán combinarse en forma exitosa, pero uno de ellos no tiene riesgo de fracaso pues corresponde al nombre del primer participante. Este problema equivale entonces a calcular el número de combinaciones exitosas de N-2 nombres donde sólo hay N-3 que pueden fracasar. Llamemos a esta función g(N-2,N-3).
En resumen, el número de combinaciones exitosas f(N) se puede expresar como:
f(N) = (N-1) * ( f(N-2) + (N-2)*g(N-2, N-3) )
Pero, podemos mostrar que g(N-2, N-3) = (N-3)! * [ 1 + sum{i=3...N-2} ( f(N-i) / (N-i)! ) ], con lo cual llegamos fácilmente a la expresión formulada originalmente para f(N).
lunes, 15 de junio de 2015
Some thoughts on air travel...
These few paragraphs represent some "wishful thoughts" and visions about air travel. I hope that some of you will contribute to the discussion with ideas and comments and together we may gather some good inputs for the air travel industry, a key player in the development of the world and a powerful catalyst of global businesses.
First, I confess that until not long ago I was an airline employee in the commercial and systems areas for 13+ years, so maybe I should have answers to some of the issues posed here. Well, not really! But, at least now I feel that I can better help, being an outsider with insider knowledge.
After all, flying as an airline customer is a very different experience from flying as an airline employee. In fact, one key to the claimed airlines' lack of empathy with their customers may be in the famous and so much appreciated airlines' employee travel benefits and policies: airlines' employees don't really live a normal traveller experience when they travel business or leisure with their own employer airline, so it's hard for them to go back to the office from their latest trip and bring good ideas of improvement to the traveller's experience based on their own travel experience. Instead, when I used to work for a supermarket chain, on weekends I had the real supermarket customer experience, so I could come back to the office on Mondays with good improvement ideas based on my own experience. At the airline, I wasn't the most popular coleague when I once dared to suggest the elimination of the employee travel benefits. But, there sure is an intermediate solution to the issue...
On the "external front", the airline industry has faced huge challenges over the last decade and a half that have distracted and slowed down its innovation pace. Just the escalating terrorism related safety requirements by themselves could have destroyed the whole industry, sucking billions of dollars in investments and adding hours of extra costs and hassle to each trip, spendings and efforts that didn't improve at all the customer experience, but made it much harder and unpleasant.
So, in the era of low cost satellites, ubiquitous WiFi, smartphones and mobile, RFID, cloud, GPS, Waze, Google Maps, Skype, beacons, etc, customers wonder why airlines -having been a flagship of innovation in the past- have been so slow to embrace the new technologies in some obvious areas.
Let's take for example airplane tracking: how can these days a commercial airplane disappear in the air without leaving a trace? Shouldn't airplanes' trajectories be monitored in real time by the airlines and aircraft manufacturers all the time? (This is at least what customers expect these days!) Why do we still need to find a physical black box to discover what happened with a crashed airplane? Couldn't a cloud based black box be a better solution?
The same is true for luggage. How can luggage be lost these days? This is a really perturbing and mysterious experience for customers. In a recent non-stop international business trip the airline lost my luggage (along with the luggage of other 3 or 4 customers), so I didn't have anything to wear for the meeting I had at destination next morning. I was taking my return flight a couple of hours after the meeting and still nobody could give me an answer regarding my luggage. When I was back at origin they told me the luggage had been sent to destination, so I should go home and wait it to come back next morning! After telling the airline agent that I was not going to move from there until I got my luggage, it mysteriously appeared...
Let's focus now on a different area: business travel. Given the nature of my previous job, over the past decade I had to travel for business reasons at a rate of 5 to 10 times per year, normally on medium (3 to 6 hrs flights) or long hauls (longer than 6 hrs flights). For a long haul trip between similar time zones I would typically book a flight departing at night, (try to) sleep on board, arrive early next day at destination, take a shower, have my work meetings and come back that night. It was unthinkable to fly a long haul business trip during the day if you could fly at night, the reason being that we would loose a full work day (and the corresponding company meetings) and we would have to pay an extra hotel night at destination.
Even in the best first or business cabins that I've had the chance to travel, sleeping on board is far from sleeping on a real bed at home or in an hotel (and, if I get to sleep on board, I usually have terrible nightmares!). On the other side, for the airlines it is very hard to make the first or business cabins profitable, given their low seat density; they represent an inefficient use of the aircraft space. So, first and business cabins are a difficult business! Let me dream instead of daytime business trips, where I could comfortably work in the airplane, google for the material I need for my meetings and presentations at destination, hold my office meetings through Skype and arrive at destination ready for a good sleep on a real attached-to-Earth bed that will renovate me for a productive and necessary face-to-face meeting at destination the following day. The airline would save space in the aircraft, the customer would have a better travel experience, the crew wouldn't have to work overnight, etc. I believe an air product like this could be substantially cheaper and more convenient, so it would boost business travel (business price elasticity is low, it's true, but not necessarily in the mid-long term). Of course, the cases of long hauls or ultra long hauls between time zones with big time differences are more complicated, but, anyway, having the right technology on board to fully support business activities would undoubtedly have a positive impact on short, medium and long haul business trips.
On the leisure travel segment, the revamped zeppelin technology that is being researched and developed by some companies is a candidate to revolutionize the industry by offering a massive, cheaper alternative for short and long hauls. This technology, which should be much more efficient and environmentally cleaner than current jetliners, will have a limitation on the speed of the aircrafts (they will probably take around three times longer between any pair of cities), however, this is not a critical factor for leisure trips, neither for cargo transportation. If the zeppelins offer attractive prices for leisure and some fun on board to kill the extra travel time (long hauls would require beds on board though, which would make the economics less attractive than in the short haul case), they will most likely produce a huge boost in leisure traffic around the world.
So, maybe the landscape for air travel in the near future is one dominated by daytime jetliners in the business travel segment and zeppelins in the leisure travel and air cargo transportation segments, who knows!
http://on.rt.com/yg4ikx
http://www.wsj.com/articles/the-new-zeppelins-giants-of-the-skies-1405094514
First, I confess that until not long ago I was an airline employee in the commercial and systems areas for 13+ years, so maybe I should have answers to some of the issues posed here. Well, not really! But, at least now I feel that I can better help, being an outsider with insider knowledge.
After all, flying as an airline customer is a very different experience from flying as an airline employee. In fact, one key to the claimed airlines' lack of empathy with their customers may be in the famous and so much appreciated airlines' employee travel benefits and policies: airlines' employees don't really live a normal traveller experience when they travel business or leisure with their own employer airline, so it's hard for them to go back to the office from their latest trip and bring good ideas of improvement to the traveller's experience based on their own travel experience. Instead, when I used to work for a supermarket chain, on weekends I had the real supermarket customer experience, so I could come back to the office on Mondays with good improvement ideas based on my own experience. At the airline, I wasn't the most popular coleague when I once dared to suggest the elimination of the employee travel benefits. But, there sure is an intermediate solution to the issue...
On the "external front", the airline industry has faced huge challenges over the last decade and a half that have distracted and slowed down its innovation pace. Just the escalating terrorism related safety requirements by themselves could have destroyed the whole industry, sucking billions of dollars in investments and adding hours of extra costs and hassle to each trip, spendings and efforts that didn't improve at all the customer experience, but made it much harder and unpleasant.
So, in the era of low cost satellites, ubiquitous WiFi, smartphones and mobile, RFID, cloud, GPS, Waze, Google Maps, Skype, beacons, etc, customers wonder why airlines -having been a flagship of innovation in the past- have been so slow to embrace the new technologies in some obvious areas.
Let's take for example airplane tracking: how can these days a commercial airplane disappear in the air without leaving a trace? Shouldn't airplanes' trajectories be monitored in real time by the airlines and aircraft manufacturers all the time? (This is at least what customers expect these days!) Why do we still need to find a physical black box to discover what happened with a crashed airplane? Couldn't a cloud based black box be a better solution?
The same is true for luggage. How can luggage be lost these days? This is a really perturbing and mysterious experience for customers. In a recent non-stop international business trip the airline lost my luggage (along with the luggage of other 3 or 4 customers), so I didn't have anything to wear for the meeting I had at destination next morning. I was taking my return flight a couple of hours after the meeting and still nobody could give me an answer regarding my luggage. When I was back at origin they told me the luggage had been sent to destination, so I should go home and wait it to come back next morning! After telling the airline agent that I was not going to move from there until I got my luggage, it mysteriously appeared...
Let's focus now on a different area: business travel. Given the nature of my previous job, over the past decade I had to travel for business reasons at a rate of 5 to 10 times per year, normally on medium (3 to 6 hrs flights) or long hauls (longer than 6 hrs flights). For a long haul trip between similar time zones I would typically book a flight departing at night, (try to) sleep on board, arrive early next day at destination, take a shower, have my work meetings and come back that night. It was unthinkable to fly a long haul business trip during the day if you could fly at night, the reason being that we would loose a full work day (and the corresponding company meetings) and we would have to pay an extra hotel night at destination.
Even in the best first or business cabins that I've had the chance to travel, sleeping on board is far from sleeping on a real bed at home or in an hotel (and, if I get to sleep on board, I usually have terrible nightmares!). On the other side, for the airlines it is very hard to make the first or business cabins profitable, given their low seat density; they represent an inefficient use of the aircraft space. So, first and business cabins are a difficult business! Let me dream instead of daytime business trips, where I could comfortably work in the airplane, google for the material I need for my meetings and presentations at destination, hold my office meetings through Skype and arrive at destination ready for a good sleep on a real attached-to-Earth bed that will renovate me for a productive and necessary face-to-face meeting at destination the following day. The airline would save space in the aircraft, the customer would have a better travel experience, the crew wouldn't have to work overnight, etc. I believe an air product like this could be substantially cheaper and more convenient, so it would boost business travel (business price elasticity is low, it's true, but not necessarily in the mid-long term). Of course, the cases of long hauls or ultra long hauls between time zones with big time differences are more complicated, but, anyway, having the right technology on board to fully support business activities would undoubtedly have a positive impact on short, medium and long haul business trips.
On the leisure travel segment, the revamped zeppelin technology that is being researched and developed by some companies is a candidate to revolutionize the industry by offering a massive, cheaper alternative for short and long hauls. This technology, which should be much more efficient and environmentally cleaner than current jetliners, will have a limitation on the speed of the aircrafts (they will probably take around three times longer between any pair of cities), however, this is not a critical factor for leisure trips, neither for cargo transportation. If the zeppelins offer attractive prices for leisure and some fun on board to kill the extra travel time (long hauls would require beds on board though, which would make the economics less attractive than in the short haul case), they will most likely produce a huge boost in leisure traffic around the world.
So, maybe the landscape for air travel in the near future is one dominated by daytime jetliners in the business travel segment and zeppelins in the leisure travel and air cargo transportation segments, who knows!
http://on.rt.com/yg4ikx
http://www.wsj.com/articles/the-new-zeppelins-giants-of-the-skies-1405094514
jueves, 28 de mayo de 2015
Inequidad y felicidad: Chile vs Latinoamérica
Mucho se habla en Chile de que el principal problema del país es la distribución de la riqueza. A menudo escuchamos que en este ámbito Chile es el peor país de Latinoamérica. He tenido la suerte de poder viajar bastante al extranjero en los últimos años, incluyendo a diversos países de la región y, puedo decir que al menos desde un punto de vista subjetivo, la anterior tesis no me cuadra. He querido entonces indagar un poco en los datos duros disponibles en diversas fuentes para contrastar las percepciones con la realidad.
Con esto en mente me tomé la molestia de consolidar en el siguiente gráfico (¡disculpen mis pobres aptitudes artísticas!), utilizando los últimos datos confiables que encontré disponibles al 25 de mayo del 2015, en la columna izquierda lo siguiente:
1) el indicador "%Gini" del World Bank. El Gini es un índice agregado de inequidad en la distribución de la riqueza. Mientras mayor este índice, peor es la distribución de la riqueza del país;
2) el ratio "R/P 10%" (fuente Naciones Unidas), que representa el cuociente de los ingresos del 10% más rico sobre el ingreso del 10% más pobre de la población. Al igual que en el caso anterior, mientras mayor es este índice, peor es la distribución de la riqueza. La diferencia con el índice anterior está en que el R/P 10% mide la inequidad entre los extremos de la curva de ingresos, mientras que el Gini agrega toda la curva de ingresos. Si una inequidad grande es algo injusto e indeseable, es precisamente en los extremos de la curva de ingresos donde más indeseable se hace la inequidad. Podemos decir entonces que el R/P 10% representa la "inequidad dura", aquélla más urgente de resolver, aquélla de la que los países más debieran preocuparse, especialmente aquéllos con sistemas y gobiernos más socialistas, si quieren ser consistentes con el discurso que los llevó al poder;
y, en la columna derecha:
3) el "índice de felicidad" del World Happiness Report 2015, que expresa cuán satisfecha y feliz se siente la población de un país.
He incluido aquí en primer lugar el promedio OCDE y luego los datos de cada uno de los países de Latinoamérica que están disponibles en todas las fuentes indicadas.
De este gráfico surgen inmediatamente algunas observaciones:
1) Chile, con 26.2, es el 6º país de Latinoamérica con la mejor distribución de la riqueza medida con el índice R/P 10%, siendo Uruguay (11.8), Venezuela (18.8) y México (21.6) los mejores y Bolivia (93.9), Colombia (60.4) y Honduras (59.4) los peores de la región. Al compararlo con el promedio OCDE (10.1) ni Chile ni nadie en Latinoamérica, excepto Uruguay (11.8), sale bien parado.
2) Además, en este mismo índice de inequidad, Chile está mejor que Argentina (31.6) y que Brasil (40.6), las dos mayores potencias de la región, las dos principales economías del Mercosur y con modelos políticos y económicos que por décadas han sido mucho más socialistas que el chileno.
3) En el índice Gini Chile (50.8) está en el 5º peor lugar de la región, aunque igualmente logra superar a Brasil (52.7). Efectivamente, el Gini de Chile es malo comparado con Latinoamérica y pésimo comparado con el promedio OCDE (33.9), pero si alguna vez lo fue, al menos hoy Chile no es el peor de la región.
4) Chile (6670) es el 6º país más feliz de Latinoamérica, según el World Happiness Report 2015. Lo curioso es que lo superan dos países con mucho peor distribución de la riqueza: Brasil (6983) y Panamá (6786) y, a su vez, Chile supera en felicidad a Uruguay (6485) y al promedio OCDE (6585), que tienen una mucho mejor distribución de la riqueza que Chile.
En conclusión, los datos demuestran que Chile no es el peor país de Latinoamérica en distribución de la riqueza y que, por el contrario, en "inequidad dura", Chile es el sexto país mejor posicionado de la región. Los datos también demuestran que en comparación al promedio OCDE estamos todos en Latinoamérica, incluyendo Chile, muy mal parados en cuanto a los indicadores de inequidad o distribución de la riqueza, con la única excepción de Uruguay.
Por otro lado, y tal vez la conclusión más trascendente que podemos sacar de estos datos es que siendo la inequidad algo muy relevante (especialmente la inequidad dura), la felicidad de los países no está altamente correlacionada con los niveles de equidad y, en el caso de los países analizados, el índice de inequidad dura explica sólo en un 22% la felicidad (ver gráfico en anexo). Entonces, sin descuidar nuestra legítima preocupación por los problemas de equidad, debiéramos poner bastante más énfasis en comprender qué es lo que hace felices a las personas y trabajar para que nuestros índices de felicidad mejoren en el tiempo. ¡Poco sacamos con llegar a ser perfectamente equitativos en ingresos si terminamos siendo todos tristes, enfermos y aburridos!
ANEXO: Correlación entre felicidad e inequidad (incorporo este anexo a sugerencia de J Zambrano).
Al correlacionar los índices de inequidad (en el eje horizontal) con el índice de felicidad de los países de Latinoamérica y el promedio OCDE, concluimos que no hay correlación relevante: sólo de un 22% en el caso de la inequidad dura y de un 3.4% en el caso del índice Gini:
Con esto en mente me tomé la molestia de consolidar en el siguiente gráfico (¡disculpen mis pobres aptitudes artísticas!), utilizando los últimos datos confiables que encontré disponibles al 25 de mayo del 2015, en la columna izquierda lo siguiente:
1) el indicador "%Gini" del World Bank. El Gini es un índice agregado de inequidad en la distribución de la riqueza. Mientras mayor este índice, peor es la distribución de la riqueza del país;
2) el ratio "R/P 10%" (fuente Naciones Unidas), que representa el cuociente de los ingresos del 10% más rico sobre el ingreso del 10% más pobre de la población. Al igual que en el caso anterior, mientras mayor es este índice, peor es la distribución de la riqueza. La diferencia con el índice anterior está en que el R/P 10% mide la inequidad entre los extremos de la curva de ingresos, mientras que el Gini agrega toda la curva de ingresos. Si una inequidad grande es algo injusto e indeseable, es precisamente en los extremos de la curva de ingresos donde más indeseable se hace la inequidad. Podemos decir entonces que el R/P 10% representa la "inequidad dura", aquélla más urgente de resolver, aquélla de la que los países más debieran preocuparse, especialmente aquéllos con sistemas y gobiernos más socialistas, si quieren ser consistentes con el discurso que los llevó al poder;
y, en la columna derecha:
3) el "índice de felicidad" del World Happiness Report 2015, que expresa cuán satisfecha y feliz se siente la población de un país.
He incluido aquí en primer lugar el promedio OCDE y luego los datos de cada uno de los países de Latinoamérica que están disponibles en todas las fuentes indicadas.
De este gráfico surgen inmediatamente algunas observaciones:
1) Chile, con 26.2, es el 6º país de Latinoamérica con la mejor distribución de la riqueza medida con el índice R/P 10%, siendo Uruguay (11.8), Venezuela (18.8) y México (21.6) los mejores y Bolivia (93.9), Colombia (60.4) y Honduras (59.4) los peores de la región. Al compararlo con el promedio OCDE (10.1) ni Chile ni nadie en Latinoamérica, excepto Uruguay (11.8), sale bien parado.
2) Además, en este mismo índice de inequidad, Chile está mejor que Argentina (31.6) y que Brasil (40.6), las dos mayores potencias de la región, las dos principales economías del Mercosur y con modelos políticos y económicos que por décadas han sido mucho más socialistas que el chileno.
3) En el índice Gini Chile (50.8) está en el 5º peor lugar de la región, aunque igualmente logra superar a Brasil (52.7). Efectivamente, el Gini de Chile es malo comparado con Latinoamérica y pésimo comparado con el promedio OCDE (33.9), pero si alguna vez lo fue, al menos hoy Chile no es el peor de la región.
4) Chile (6670) es el 6º país más feliz de Latinoamérica, según el World Happiness Report 2015. Lo curioso es que lo superan dos países con mucho peor distribución de la riqueza: Brasil (6983) y Panamá (6786) y, a su vez, Chile supera en felicidad a Uruguay (6485) y al promedio OCDE (6585), que tienen una mucho mejor distribución de la riqueza que Chile.
En conclusión, los datos demuestran que Chile no es el peor país de Latinoamérica en distribución de la riqueza y que, por el contrario, en "inequidad dura", Chile es el sexto país mejor posicionado de la región. Los datos también demuestran que en comparación al promedio OCDE estamos todos en Latinoamérica, incluyendo Chile, muy mal parados en cuanto a los indicadores de inequidad o distribución de la riqueza, con la única excepción de Uruguay.
Por otro lado, y tal vez la conclusión más trascendente que podemos sacar de estos datos es que siendo la inequidad algo muy relevante (especialmente la inequidad dura), la felicidad de los países no está altamente correlacionada con los niveles de equidad y, en el caso de los países analizados, el índice de inequidad dura explica sólo en un 22% la felicidad (ver gráfico en anexo). Entonces, sin descuidar nuestra legítima preocupación por los problemas de equidad, debiéramos poner bastante más énfasis en comprender qué es lo que hace felices a las personas y trabajar para que nuestros índices de felicidad mejoren en el tiempo. ¡Poco sacamos con llegar a ser perfectamente equitativos en ingresos si terminamos siendo todos tristes, enfermos y aburridos!
ANEXO: Correlación entre felicidad e inequidad (incorporo este anexo a sugerencia de J Zambrano).
Al correlacionar los índices de inequidad (en el eje horizontal) con el índice de felicidad de los países de Latinoamérica y el promedio OCDE, concluimos que no hay correlación relevante: sólo de un 22% en el caso de la inequidad dura y de un 3.4% en el caso del índice Gini:
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correlación entre felicidad y equidad,
distribución de la riqueza en Chile y Latinoamérica,
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felicidad,
Gini,
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R/P
domingo, 31 de agosto de 2014
Software as a Service vs software on-premises vs desarrollo in-house
"¿Y por qué no podemos desarrollar nosotros un sistema similar al que ustedes nos ofrecen, en vez de estar pagándoles un servicio mensual a ustedes?", me preguntó un ejecutivo senior de una gran empresa de retail hace algunas semanas, a quien estábamos ofreciendo una solución Software as a Service (o SaaS, como se conoce en la jerga informática) desarrollada por nosotros, que ya tiene más de 15 clientes en la región.
La pregunta me puso contento, pues era una oportunidad para dar una buena respuesta en un caso típico de error de subestimación de los esfuerzos y riesgos del desarrollo in-house que cometen muchas empresas. El desarrollo in-house puede justificarse cuando lo que buscas construir es suficientemente estratégico o genera una ventaja competitiva evidente y, a la vez, no existe proveedor en el mercado que pueda entregarte la solución en tiempo satisfactorio. No obstante, cuando ya existen uno o más proveedores en el mercado que te pueden proveer una solución en un plazo y a un costo razonables, que cubra al menos el 70% de tu necesidad (o bien puedes adaptar tus procesos para que así sea), es muy poco defendible la opción de hacer el desarrollo en forma interna.
"Perfectamente pueden desarrollarlo ustedes internamente, no tengo duda" respondí muy seguro, "pero antes de tomar esa decisión tengan presente que:
1) Nuestra solución ya tiene 3 años en el mercado y acumula 15 clientes, con cientos de usuarios. La mayor parte de los errores ya los cometimos y, a lo largo de los años, hemos ido enriqueciendo la funcionalidad, incorporado en el software todo nuestro conocimiento acumulado y las mejores prácticas de nuestros clientes. Para que ustedes lleguen al mismo punto de la curva de experiencia les tomará muchos años o, simplemente, nunca lo lograrán, pues en ese mismo plazo nosotros multiplicaremos nuestra base de clientes, lo que nos obligará a seguir mejorando nuestra solución.
2) Hemos invertido varios MMUS$ en I+D para darle robustez y estabilidad a nuestra solución. ¿Tiene sentido que ustedes vuelvan a invertir todo eso si nosotros ya lo hicimos por ustedes? Además, con nuestra creciente base de clientes, logramos importantes economías de escala que se traspasan en gran medida a nuestros clientes.
3) Si ustedes deciden desarrollar internamente el software y resulta que fracasan, o se retrasa considerablemente el proyecto -como suele suceder en un buen porcentaje de los proyectos de desarrollo de software in-house-, ¿quién se hará responsable de los costos asociados al atraso o al fracaso del proyecto? ¿Van a despedir a su equipo de TI? Al menos en mis más de 20 años de experiencia en el tema, yo no he visto a ninguna empresa que despida a sus equipos de TI porque se atrasen más allá de lo aceptable o fracasen en un proyecto de desarrollo interno de software. En cambio, si nos contratan a nosotros y no están conformes con nuestro servicio, nos pueden despedir en cualquier momento, sin haber incurrido en prácticamente ningún costo hundido; ésta es la principal ventaja del Software as a Service."
Bueno, no sé si habré sido lo suficientemente convincente para el ejecutivo que oía mis argumentos, eso lo podré responder luego de algunos meses (al que le interese le puedo contar luego cómo nos va...)
Dicho todo lo anterior, queda otra pregunta importante a ser respondida en relación a la evaluación de una solución de software para tu empresa. Ésta tiene que ver con la ubicación física del software que la empresa contrata: ¿Software as a Service o software "on-premises"? En el primer caso el software reside en computadores fuera de las instalaciones del cliente y, típicamente, en la nube. En el segundo caso, éste reside en computadores dentro de las instalaciones del cliente.
Las principales ventajas de la estrategia de Software as a Service (y, en particular, de usar la nube como residencia del software) en comparación con la de software-on-premises son las siguientes: (1) la empresa que contrata los servicios Software as a Service no necesita incurrir en grandes inversiones en hardware ni software, ni pasar por grandes burocracias de aprobación de dichas inversiones; (2) no requiere instalaciones de software ni configuraciones de hardware; (3) no requiere equipos de TI permanentemente preocupados de mantener el hardware, de que los procesos asociados funcionen todos los días, ni de realizar upgrades del software; (4) es mucho más fácil, más rápido y menos costoso de escalar; (5) tiene riesgos muy acotados, pues el software se puede instalar y probar en forma muy rápida; (6) no genera riesgos de pérdida de foco por parte de la empresa, le deja el tema al proveedor SaaS, que está enfocado 100% en el servicio que provee y (7) permite acceder al mejor talento informático del mercado, pues éste se siente atraído por empresas tecnológicas innovadoras mucho más que por empresas tradicionales.
La principal desventaja que se le atribuye al Software as a Service cuando se lo compara con el software on-premises, tiene que ver con la seguridad de la información. Muchas grandes empresas tienen duras políticas de seguridad de la información y se aterrorizan de pensar que su información transaccional pudiere llegar a manos de la competencia o de algún personaje mal intencionado. Si se trata de información sensible, sin lugar a dudas ésta es una legítima preocupación. No obstante, antes de descartar una solución SaaS por miedo a la posible inseguridad de la información, es importante tener presente que la información puede estar actualmente menos segura en las propias instalaciones de la empresa, en las manos de algunos empleados poco cuidadosos o de empleados que se van a trabajar a la competencia (lo que es bastante común en industrias altamente concentradas). Administrada por un proveedor de software as a service, cuyo principal activo es que sus clientes confíen en el manejo que hace de su información sensible, un descuido puede dejar al proveedor fuera del negocio, por lo que obviamente éste tomará todos los resguardos necesarios si quiere tener un negocio sustentable.
A medida que el Software as a Service madura como concepto, las aprehensiones que vemos en el mercado, especialmente entre las grandes empresas, irán desapareciendo. En EEUU ya un alto % de las empresas utilizan soluciones Software as a Service, y, las empresas que no lo hacen, van quedando en una posición descompetitiva debido a los mayores costos que deben enfrentar y debido a que un creciente porcentaje de los proveedores de tecnología más innovadores del mundo están invirtiendo y desarrollando sólo en el paradigma SaaS.
martes, 29 de julio de 2014
Para que la innovación en Chile despegue debemos...
1) mejorar la "infraestructura" para el emprendimiento e incentivar el desarrollo y profundización de los fondos de riesgo para proyectos de tecnología e innovación
2) hacer que las mejores universidades eduquen a los mejores talentos para ser buenos emprendedores (en vez de educarlos para ser buenos empleados);
3) incentivar una educación escolar que celebre la iniciativa y acoja la diversidad;
4) medir a los departamentos de TI por cuánto aportan a la creación de valor del negocio;
5) reducir la concentración del capital;
6) reducir la concentración de las industrias;
7) reducir el poder de mercado que las grandes empresas ejercen sobre pequeños proveedores;
8) simplificar e incentivar los procesos de protección de la propiedad intelectual;
¿Qué otras tareas agregarías a la lista?
2) hacer que las mejores universidades eduquen a los mejores talentos para ser buenos emprendedores (en vez de educarlos para ser buenos empleados);
3) incentivar una educación escolar que celebre la iniciativa y acoja la diversidad;
4) medir a los departamentos de TI por cuánto aportan a la creación de valor del negocio;
5) reducir la concentración del capital;
6) reducir la concentración de las industrias;
7) reducir el poder de mercado que las grandes empresas ejercen sobre pequeños proveedores;
8) simplificar e incentivar los procesos de protección de la propiedad intelectual;
¿Qué otras tareas agregarías a la lista?
domingo, 22 de junio de 2014
El Trilema del Bote Salvavidas
El barco viene tambaleando hace buen rato, dando
señales de que algo raro está sucediendo.
Los pasajeros más precavidos y responsables (o
tal vez los más inteligentes), siempre estuvieron vigilantes, reaccionaban a
tiempo a las señales del entorno, planificaron su futuro y se preocuparon de
ser autónomos. Ellos tuvieron la sensatez de hacer los cursos de emergencia que
la tripulación del barco dictó en su momento, poniendo atención a cada detalle.
Los menos precavidos (o simplemente tontos por elección) se mantuvieron permanentemente ocupados por las
distracciones del día a día, ocupados de disfrutar la fiesta y de sobrevivir el
momento. Ante las vicisitudes de la vida siempre descansaron en otros que
vendrían en su ayuda (típicamente los del primer grupo), y, por supuesto, no
tomaron atención al curso de emergencia que dictó la tripulación, no recordaron
dónde estaban los chalecos salvavidas ni el camino para llegar rápidamente a
los botes.
El cruel y frío principio de selección natural
nos permite anticipar que ante un desastre como éste, en que en un corto tiempo
se define quién vive y quién muere, quién se adapta y quién sucumbe a las
nuevas condiciones del entorno, sobrevivirán con mucha mayor probabilidad los
del primer grupo, pues llegarán rápidamente con sus salvavidas puestos a los
botes y estarán a salvo sobre el mar, mientras el barco empina la popa y los
del segundo grupo desesperados caen a las frías y oscuras aguas de
ese mar implacable, gritando y aleteando sin salvavidas y sin bote al que
subir...
La escena es patética: las aguas llenas de náufragos
desesperados intentando arrimarse a los botes para subir por su borda.
Lamentablemente muchos botes están llenos, con veinte ocupantes cada uno. Un bote lleno podría resistir hasta tres personas más sin ser hundido, pero evidentemente un
cuarto ocupante adicional hundiría al bote ahogando a todos sus ocupantes.
He aquí el “trilema”(1): tú eres de los del
primer grupo, de los que llegaron con su salvavidas puesto al bote y ahora están a salvo listos para emprender rumbo a tierra firme. Tu bote está lleno. Además, te
tocó capitanear el bote, para lo cual te dieron un entrenamiento especial. Entre los
que están en el mar intentando subirse a tu bote hay al menos cinco amigos tuyos que te acompañaban en el barco (lamentablemente ellos están dentro del segundo grupo
de pasajeros...) ¿Con cuál de las tres alternativas siguientes te sientes más identificada/o?:
1) Arrancar
lo más rápidamente posible a tierra, sin permitir que suba alguien adicional
al bote, para no poner en riesgo a los veinte que ya estamos a salvo.
Lamentablemente, aunque haya cinco amigos míos entre los que intentan subir,
no sería capaz de elegir a tres y dejar morir a otros dos. Y, por lo demás, hay
también familiares y amigos de otros pasajeros pidiendo auxilio; subir a los míos dejando
a los otros sería egoísta de mi parte y una razón para que los demás me
lincharan. Por último, los que aletean en el agua fueron irresponsables, las
instrucciones eran claras, alcanzaban los botes para todos, pero por
negligencia no llegaron a tiempo.
2) Subir a tres de mis cinco amigos y arrancar rumbo a tierra
firme. Por ejemplo, elijo a los más jóvenes o a los que tienen hijos, etc. Será terrible ver la cara de los otros dos…Y
ahí veré cómo me las arreglo con los otros pasajeros que también perderán a sus amigos.
3) Ser solidario y dejar subir a todos los que claman por ayuda, sabiendo
que nos ahogaremos todos, pero quién soy yo para juzgar y decidir quién vive y
quién muere. Prefiero morir con la consciencia tranquila que vivir el resto de
mi vida con remordimiento.
(1) Un “trilema” (que no está en la rae.es, pero sí en el léxico inglés) consiste en enfrentarse a la
elección obligada de una de tres alternativas, ninguna de las cuales es aceptable
o nos deja conformes. En rigor, en este caso podría haber varias alternativas adicionales, por ejemplo: decidir sacrificar mi vida en favor de uno de los que están en el agua; aunque en este caso el bote se quedaría sin capitán y pondría en riesgo el salvataje, parece al menos ser una alternativa mejor o más inteligente que la 3).
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